Soy como pez en el agua expresándome gráficamente pero lo de escribir, sinceramente, me cuesta horrores.
Así que esta vez no voy a sudar sangre para hacer el post ‘correcto’.
Esta preciosidad neogótica también conocida como Château de Noisy, se encontraba (y hablo en pasado porque al final lo han demolido) en Celles, Bélgica, en plena región de las Árdenas.
A los que no conocéis el término urbex os puedo contar que es un movimiento que consiste en explorar espacios urbanos totalmente abandonados como escuelas, fábricas u hospitales.
Es otra forma de hacer turismo.
Esta mañana, fotografiando un proyecto que acabé hace unos meses, he caído en la cuenta de que con algunas empresas estableces trayectorias de largo recorrido que desembocan irremediablemente en un cariño especia
Al empezar el verano, mis amigos de superocho me propusieron hacer una sesión de fotos para su marca de ropa ‘Como los indios’.
Algún día os hablaré de este amor tan extravagante…
Del que te desintegra en un solo día y te restaura muy poco a poco.
De los esplendores y los aguaceros.
Y como el año pasado, aquí os dejo una segunda parte de lo que aconteció tras el escenario del desfile de noveles en Simof.
Un año más, Airam Beige me invitó a acompañarla en uno de los momentos más íntimos y emocionantes de su carrera.
Como ya sabéis, el concurso de la sesión fotográfica lo ganó un chico dispuesto a hacer feliz a una hermosa novia… (¡aplauso!)
Me contaba Elia que es una apasionada de las fotos.
Ya sabéis que me gusta un ‘descochón’ más que a un tonto un lápiz, por eso hace algún tiempo decidí empezar otro proyecto fotográfico, esta vez, de casas abandonadas.