Esta preciosidad neogótica también conocida como Château de Noisy, se encontraba (y hablo en pasado porque al final lo han demolido) en Celles, Bélgica, en plena región de las Árdenas.
A los que no conocéis el término urbex os puedo contar que es un movimiento que consiste en explorar espacios urbanos totalmente abandonados como escuelas, fábricas u hospitales.
Es otra forma de hacer turismo.